La vivienda intergeneracional es una nueva idea basada en un antiguo modelo. ¿Conservará sus atractivos originales tras los cambios de los últimos meses tanto en el espacio privado como público?
La vivienda intergeneracional es una nueva idea basada en un antiguo modelo. En realidad, se trata de personas de diferentes edades que conviven y comparten sus dinámicas, así como su tiempo. Antaño, esto se producía en el seno de familias extensas o de la agrupación de personas muy cercanas. Más recientemente, este concepto se ha introducido en determinados alojamientos en los que viven personas mayores. Un pensamiento que podría variar en tiempos de epidemia. Durante los últimos meses, la vida tanto dentro de casa como en el espacio público ha sufrido cambios importantes. ¿Conservará la vivienda intergeneracional sus atractivos originales?
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© Pixabay
Conocemos las ventajas de los proyectos intergeneracionales y algunas realizaciones en Francia, o en el mundo, abren el camino para el futuro. En la época del distanciamiento físico, del autoaislamiento y de la pérdida de la mayoría de los contactos, tal vez nos dirijamos a un futuro en el que deberemos ser más solidarios. Actualmente, nuestras prioridades son la protección de las personas y la capacidad de garantizar su subsistencia. Pero cuando salgamos de esta crisis, será necesario -incluso primordial- debatir seriamente sobre los modos de vida del futuro. El hábitat intergeneracional, en el que las personas mayores pueden vivir de manera autónoma mientras forman parte de un grupo solidario, podría ser uno de los elementos constitutivos de un futuro mejor.
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© Mutations Architectes
El lema de un concurso de ideas
En el 2014, el estudio de arquitectura Mutations Architectes recibió el primer premio de un concurso de ideas en Portland cuyo lema era «Residencia para el diálogo intergeneracional». Se trata de una parcela disponible ubicada cerca del centro de Saint-Denis en que se encontraba, en aquel momento, una nave abandonada y en la cual el estudio proyectó varias construcciones. Estas últimas se componen de viviendas para estudiantes pero también para personas mayores. Cada residente tiene la posibilidad de disfrutar de los espacios comunes, como los talleres o el jardín compartido, mientras disponen de su alojamiento y preservan su intimidad. El objetivo era "diseñar secuencias de vida", declara Pierre de Montigny al recordar su creación bautizada como Residencia para el diálogo intergeneracional. Una creación que no solo encandiló al jurado sino que también hubiera podido llevarse a cabo. A no ser por el hecho de que la idea se quedó en el papel y hasta hoy no nos habíamos percatado de su necesidad.
En el mundo
En Canadá, en Gran Bretaña, en Bélgica o en otros lugares están empezando a construirse, desde hace varios años, viviendas intergeneracionales. En la mayoría de los casos, se trata de proyectos realizados por cooperativas y ubicados cerca de las ciudades. Algunas viviendas comprenden incluso espacios medicalizados para las personas mayores. Estas últimas podrán participar en la vida de la ciudad cuando quieran o cuando su salud se lo permita. Mientras tanto los restantes residentes, en general jóvenes estudiantes, pueden acceder fácilmente a sus ocupaciones.
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© Luc Boegly
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© Luc Boegly
En Francia
En Francia, contamos con varias realizaciones ejemplares que probablemente, de aquí a unos años, despertarán el deseo de construir otras. Podemos citar, por ejemplo, la vivienda intergeneracional de Lille, desarrollada por el promotor Villa-Village y cuyas obras fueron realizadas por el estudio Stera Architecture. En efecto, el proyecto aloja a personas mayores y estudiantes. Cada uno vive en su casa en alojamientos equipados, repartidos en dos edificios. Uno de los dos edificios es antiguo, mientras que el otro consiste en una ampliación contemporánea realizada con tacto y buen gusto. La arquitecta Stefania Stera ha creado el complejo de forma inteligente. Los lugares de reunión consisten en una amplia cocina, un patio y una lavandería que sirve también de salón, así como un espacio informático ineludible para algunos residentes. Dependencias necesarias para mantener el contacto social.
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© Stéphane Chalmeau
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© Stéphane Chalmeau
Otro ejemplo también funcional -se trata de una novedad- es el estudio de Rennes a/LTA, gestionado por Maxime Le Trionnaire y realizado por Gwenaël Le Chapelain. El edificio, bautizado como La Lyre, se ubica en la ZAC Normandie Saumurois, al norte de Rennes. El concepto surgió tras varios talleres urbanos entre los diferentes operadores y arquitectos, desembocando en una realización típica que destaca nuevas maneras de habitar, como la libre adhesión para los primeros residentes, la colocación y las residencias sénior, todo ello con la finalidad de acabar con el aislamiento. Un programa inédito que incluye 8 viviendas reservadas a personas mayores, una residencia estudiantil así como otra dedicada a invitados, sin olvidar una sala común y un jardín abiertos y accesibles a todos los residentes.
Otras formas en experimentación
Para terminar, el pabellón nórdico de la Bienal de Venecia 2021 se transformará, gracias a la intervención del estudio de arquitectura Helen & Hard ubicado en Stavanger, en un proyecto experimental de convivencia. El concepto, apoyado y realizado por el Museo Nacional de Noruega, presentará un ejemplo concreto de proyecto intergeneracional basado en la participación y el intercambio.
Es necesario añadir que las diferentes iniciativas instauradas por el mundo contribuyen a mejorar la dimensión de los espacios comunes, mientras se conserva la de los espacios privados. El hábitat intergeneracional necesita un compromiso activo y una participación voluntaria de los habitantes en la gestión de su nuevo entorno de vida. Probablemente se trate de una alternativa al aislamiento y un potenciador del contacto social, que regresará con fuerza tras el periodo pandémico que ha alterado muchas de nuestras costumbres. La arquitectura es un medio importante en el proceso de esta realización.
Originalmente escrito por Sipane Hoh