Diseñar un local gastronómico supone un desafío para arquitectos e interioristas: se puede dar rienda suelta a la creatividad, pero también dar en la diana para que resulte atractivo y así llamar la atención. Porque no importa lo que haya en el menú: uno siempre come con los ojos.
Tras dos años como tienda pop-up, llegó el momento de instalarse: la nueva heladería vienesa Helli & Leo con estética 2D. © Helli & Leo
Tienen que atraparte, tienen que atraerte. Tienen que ser alternativos. Esta triple A es necesaria en el sector de la hostelería para ser considerada la última moda. No importa si se trata de una cena de lujo, un restaurante de prestigio o una heladería: lo que todos tienen en común son las ganas de satisfacer a sus clientes. El gusto y el arte están muy unidos. A continuación, mostraremos tres ejemplos de cómo puede funcionar.
Entre dos dimensiones: El interior de la heladería juega con las ilusiones ópticas de manera sofisticada. © Tim Walker
El helado orgánico suena tentador ya de por sí. Pero la nueva heladería vienesa Helli & Leo, que lleva el nombre de los padres del fundador Werner Helnwein, Helene y Leopold, tiene otros atractivos. Por ejemplo, su aspecto único. Está diseñada con una estética 2D similar a un cómic y ofrece a los clientes una experiencia extraordinaria.
Un ambiente agradable para nuestros amigos de dos y cuatro patas: los perros también pueden disfrutar de un helado diseñado específicamente para ellos. © Tim Walker
El diseño está presente en toda la estancia: Desde las paredes y el suelo hasta el mostrador, las servilletas, las copas de helado y las camisetas del equipo. El concepto cromático es sencillo: solo vas a ver superficies blancas enmarcadas por bordes negros, lo que da a todo el interior el aspecto de un dibujo lineal. No hay absolutamente ninguna excepción: Tampoco hay adornos en las paredes, lo que favorece que el producto en sí tenga todo el protagonismo.
Un mundo submarino elegante: el Italian Club Seafood Wine Bar de Hong Kong fue diseñado por Pininfarina Architecture. © Pininfarina Architecture
El Italian Club Seafood Wine Bar está situado en el corazón del barrio del Soho de Hong Kong y aporta un toque italiano a este animado distrito. Para completar la ya exclusiva experiencia gustativa del chef Stefano Balsamo, se encargó el diseño interior al estudio creativo italiano Pininfarina Architecture. El diseño se inspira en la diversidad del mar, cuya fuerza cambia constantemente el paisaje. La paleta de colores tiene en cuenta esta idea utilizando el cobre oxidado como color principal, yuxtapuesto a tonos neutros, como el gris claro y el verde petróleo de los paneles de las paredes.
Sensación de vacaciones en la gran ciudad: el Italian Seafood Wine Bar ofrece un estilo de vida italiano en la mesa y eb torno a ella. © Pininfarina Architecture
En el Italian Seafood Wine Bar, los clientes pueden sumergirse en una experiencia mediterránea, caracterizada por un diseño que combina el entorno con la naturaleza sin renunciar a la elegancia y el confort. La fachada metálica perforada de la entrada confiere al espacio un toque de intimidad gracias al efecto de "transparencia" oculta. Desde ella se accede al comedor, donde hay una gran instalación textil en el techo que evoca el movimiento de las olas para dar a los comensales la sensación de estar junto al mar. Los sillones y taburetes, de diseño armonioso y ergonómico, tienen una estructura metálica de cobre pulido, al igual que las mesas de mármol de Carrara y los paneles decorativos del salón.
La reconocida empresa de diseño de interiores Stefano Tordiglione Design, con sede en Hong Kong, supervisó in situ el proyecto del restaurante. © Pininfarina Architecture
Los servicios dan la impresión de ser "acuáticos": la suave iluminación y el metal martillado del techo acentúan la idea de inmersión. Los paneles de metal oxidado presentan gráficos aplicados con lámina de cobre, inspirados en el movimiento de las corrientes submarinas. La encimera de mármol de Carrara, los grifos y los detalles metálicos tratados con cobre cepillado ahondan en la sensación de naturalidad del diseño del restaurante.
Estimula todos tus sentidos: El nuevo restaurante Umami en los Giardini del Parterre del Parco Monumantale de Cortona. © Andrea Bartolozzi Photographer
El restaurante Umami, un homenaje culinario de Asia en la Toscana italiana, resulta ser una auténtica cuestión de gustos. En la cultura japonesa, umami representa el quinto sabor, sensual y elegante. Esta fue también la idea de Emanuele Svetti para el diseño homónimo del nuevo restaurante del llamado Jardín del Parterre de Giuseppe Allegretti del siglo XIX, en el centro del Parque Monumental de Cortona. Desde hace 60 años, el restaurante se encuentra entre encinas y robles centenarios y ahora ofrece cocina de fusión de alta calidad. El concepto es audaz, ya que confronta el diseño con el entorno y el emplazamiento con su historia: provocativo, pero siempre con la mirada puesta en la armonía.
Además de un expresivo juego de luces y sombras, el arquitecto Emanuele Svetti también incorpora con fuerza el elemento del color. © Andrea Bartolozzi Photographer
El restaurante, con una superficie de unos 200 m2, se distribuye en dos plantas con capacidad para 80 cubiertos. En la planta superior, el interior interactúa con la terraza exterior, dividida simbólicamente por un portal revestido de latón y la vegetación de las paredes divisorias interior y exterior, como si la transición simbolizara el desarrollo de un nuevo espacio interior. Las dos plantas están conectadas por una escalera, antes empinada y estrecha, pero ahora reelaborada y mejorada por el estudio, gracias a la sabia integración de un techo retroiluminado para una mayor luminosidad y a la aplicación de un papel pintado de color claro que contrasta con el entorno pero transmite un fuerte mensaje cultural.
Símbolos y simbolismo: se comunican mensajes claros con detalles sencillos y premeditados. © Andrea Bartolozzi Photographer
El objetivo de Emanuele Svetti y su equipo era crear una confrontación que diera lugar a una sinergia con el entorno exterior: combinar lo antiguo con lo nuevo, lo liso con lo rugoso, lo rural con lo urbano. Lo que pretendía era que el entorno fuera permeable y luminoso y que combinara a la perfección con el verde de la vegetación del parque para conseguir un efecto visual de "continuación natural" entre el interior y el exterior del edificio. Lo consiguió mediante un ingenioso uso de muros de vegetación vertical y grandes ventanales. Al entrar en la terraza, cubierta con una estructura de aluminio y cristal, los visitantes pueden disfrutar de la magnífica vista de la Valdichiana, que se extiende desde las laderas del Monte Amiata hasta las orillas del lago Trasimeno.
¿Sigues dentro o ya estás fuera? Los límites espaciales en Umami se difuminan por completo. © Andrea Bartolozzi Photographer
Originalmente escrito po Barbara Jahn