El estudio Bach Arquitectes rehabilita una finca señorial modernista en Barcelona y la amplia con dos áticos dúplex de factura contemporánea. Un meticuloso proyecto que atiende con detalle al pasado y presente.
por Marta Rodríguez Bosch
La rehabilitación de la finca modernista Dolors Alesan, de Bach Arquitectes incorpora una ampliación de volumetría abstracta.
El Modernismo en arquitectura fue un movimiento breve pero intenso. A caballo entre finales del siglo XIX y principios del XX, el arte irrumpió en las fachadas de la ciudad con el triunfo de la línea curva y la naturaleza como exuberante fuente de inspiración. Un siglo después, la vocación ornamental integrada a esa arquitectura, sigue seduciendo a los habitantes y visitantes de las ciudades donde floreció. A la vez, supone un reto restaurarla y adecuarla a la normativa e idiosincrasia actuales. Así ha ocurrido con el inmueble modernista Dolors Alesan en Barcelona -encargado en 1902 al arquitecto Enric Fatjó i Torres- que acaba de ser completamente rehabilitado por el despacho de los arquitectos Jaume y Eugeni Bach.
La riqueza ornamental de las artes decorativas de inicios del siglo XX ejerce renovada fascinación en el XXI.
Coloristas vidrieras emplomadas en ventanas y tribunas de fachada, metalistería florar para barandillas, ornamentos en piedra, talla de madera, sutiles estucos en paredes, rosetones de yesería en techados, pavimentos estampados hidráulicos... Bach Arquitectes ha debido acometer un trabajo de investigación histórica y una exhaustiva catalogación, redibujando todos los elementos decorativos de la finca, al no existir archivo documental. Y posteriormente han contado con la colaboración de expertos artesanos de cada ramo -cada día más escasos- para replicar las piezas dañadas. A la conciencienzuda restauración del patrimonio, el proyecto suma un nuevo programa habitacional, duplicando el número de viviendas, que pasa de ocho a dieciséis en las cuatro plantas existentes.
En los áticos dúplex, el remate con revestimiento de lamas de cerámica ha sido diseñado por Bach Arquitectes.
También se ha efectuado una ampliación con dos áticos dúplex de nueva construcción. Atendiendo a este último requisito de la propiedad del inmueble, Bach Arquitectes ha diseñado un remate contemporáneo en la cubierta, un volumen con significativo grado de abstracción. Retirado de la fachada principal, se entrevé únicamente desde algunos puntos del exterior.
Para componerlo, los propios arquitectos diseñaron una pieza de cerámica gres, de sección circular y tono similar a la piedra de fachada. Repetida configura un revestimiento acanalado de lamas verticales y envuelve la planta superior de los dúplex, sobre la inferior acristalada. Lo completa un sistema de porticones donde se replica con madera la misma secuencia, de modo que cerrados pasan inadvertidos.
Con el nuevo remate abstracto del edificio Dolors Alesan, Bach Arquitectes propone establecer un diálogo con la linterna del vecino Palacio Macaya. Una finca colindante también protegida como patrimonio, cuyo proyecto de rehabilitación y conversión en museo fue realizado por el mismo Jaume Bach en 1989.
Se ha preservado la entrada original y, a la vez, se cumple la normativa actual de salvar barreras arquitectónicas, con una rampa en el local contiguo.
Señalan los arquitectos que uno de los retos del proyecto “ha sido que la recuperación arquitectónica y decorativa fuera compatible con la normativa actual en materia relacionada con resistencia al fuego, aislamiento de viviendas entre ellas y con el exterior o accesibilidad. En cada caso un estudio meticuloso ha permitido encontrar medidas que aunaran ambos objetivos”. Es el caso, por ejemplo, de la obligatoriedad de incorporar una rampa en la entrada, para salvar la barrera arquitectónica de los escalones. Con el fin de no desvirtuar el espacio original histórico, se optó por restar algunos metros a uno de los locales laterales del inmueble en planta baja e instalarla allí.
Jaume Bach destaca de la fachada original su cualidad compositiva y como mediante los elementos decorativos y su progresión en cada planta se remarcaba hace un siglo el estatus de sus habitantes. Qué antaño era el piso más bajo el más privilegiado, lo confirma la ostensible barandilla de piedra profusamente ornamentada entre las dos sinuosas vitrinas de vidrio. Hoy el prestigio en altura se ha invertido, y es en los nuevos áticos donde se alojan los apartamentos de mayor dimensión, con 190 m2. Cada uno, además, dispone de dos generosas terrazas, en la fachada principal y en la posterior: espacios privado al aire libre, actualmente muy valorados en las densas urbes.
El proyecto comprende una detallada restauración de todos los ornamentos originales de piedra, madera, metal, vidrio emplomado, estuco.
La minuciosa atención prestada por Jaume y Eugeni Bach en su quehacer arquitectónico se ha extendido a la relación que establece este ejemplar modernista con la ciudad y la imagen lumínica desde el exterior. “En el momento en que actúas sobre toda una finca puedes controlar la luz que proyecta hacia afuera”, – indica Eugeni Bach. De modo que en la fachada trasera de galerías, propias del Ensanche barcelonés, definieron la distribución de lámparas esféricas para generan un orden y armonía lumínica cuando se encienden.
© todas las fotos: Eugeni Bach
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