El nuevo Instituto de Investigación VHIR Vall d’Hebron, en Barcelona, proyectado por los despachos BAAS arquitectura y Epinet / Ubach, con su fisonomía inicia un programa de poner orden donde reinaba el caos.
por Marta Rodriguez Bosch
La ciudad de Barcelona se halla encajada entre el mar Mediterráneo y la Sierra de Collserola, macizo montañoso considerado uno de los parques metropolitanos más grandes de Europa. En la falda de la ladera de Collserola se encuentra el nuevo edificio del Instituto de Investigación VHIR Vall d’Hebron, proyectado por los despachos BAAS arquitectura y Epinet / Ubach. Su fisonomía de una pieza, con una larga fachada única, responde tanto a su ubicación como a las circunstancias que le preceden.
El nuevo edificio del Instituto de Investigación VHIR Vall d’Hebron es un proyecto de los despachos BAAS arquitectura y Epinet / Ubach.
Pues esta área, situada a poniente del barrio de Montbau, desde que en 1955 abrió puertas el Hospital Vall d’Hebron se ha ido poblando de un modo desordenado y sin planificación previa, con distintos equipamientos hospitalarios públicos, universidad y centros de investigación pionera, todos relacionados con la asistencia médica. Conforman lo que se conoce como Ciudad Sanitaria o Campus Hospitalario de Vall d’Hebron, el más grande de Cataluña, con más de 50.000 personas como usuarias de la zona.
Imagen virtual aérea de como el equipo de arquitectos ha proyectado el Campus Hospitalario, con el VHIR totalmente integrado.
Explican los autores del proyecto que el nuevo edificio VHIR se enmarca en una reordenación urbanística de la zona, y parte de una reflexión general sobre esa realidad caótica constructiva del Campus Hospitalario y sus notables problemas de accesibilidad. La transformación se ha iniciado con el nuevo edificio destinado a investigación puntera. Pero se enmarca en una propuesta que persigue construir un gran parque en la zona conectándolo con los barrios colindantes, mejorando la accesibilidad y la permeabilidad del sitio.
En esa voluntad de renaturalizar la zona y devolverle su condición de parque natural aunque edificado, el nuevo edificio se ha empotrado en la ladera de la montaña y dotado de una sola fachada. Sus autores lo contemplan como “Un pliegue de la topografía que quiere ser un telón de fondo de la plataforma inferior y que desaparece literalmente desde el nivel superior donde se convierte en una prolongación del paisaje de la montaña de Collserola.”
Las fachadas del edificio VHIR se han teñido con el tono rojizo de la roca propia de la sierra de Collserola.
El largo volumen apaisado se ve compensado por la verticalidad de la secuencia de columnas que en planta baja conforma un porche. Columnata que se replica en la zona superior otorgando unidad a un primer y segundo piso, retirados de fachada, con un corredor único a doble altura. La planta queda articulada por tres patios, uno de los cuales se abre en la fachada y da lugar a una nueva plaza pública. En torno a los patios se agrupan los laboratorios que, según explican los arquitectos, propician una serie de recorridos, combinando interiores y exteriores para generar espacios de ocio y encuentro.
De proporción alargada, la planta se articula entorno a tres patios, uno abierto configurando una nueva plaza pública.
Si bien sus dimensiones son magnas, busca fundirse con el entorno mediante su única fachada y el hormigón tintado con el color rojizo de la roca de la montaña. A lo que agrega la cubierta ocupada por un jardín, con vegetación de bajo mantenimiento, que se convertirá en extensión del parque-campus universitario que hay a su alrededor. Y enlaza con el verde forestal de Collserola.
Con superficie total de 16.792 m2, el nuevo VHIR reagrupa departamentos del Instituto de Investigación que estaban repartidos por distintos edificios del recinto. Incluye instalaciones de soporte científico y técnico donde se ubica el ciclotrón (acelerador de partículas) y un centro de terapias avanzadas. En la planta baja aloja recepción, salón de actos, cafetería, más las dependencias de administración.
En la planta baja del Instituto de Investigación VHIR se encuentra la sala de actos, junto a otras dependencias.
El proyecto concluirá con la ejecución de dos grandes paseos planos que atraviesen el solar horizontalmente y lo conecten con los barrios de Montbau y Sant Genís dels Agudells a ambos costados. Y con un eje vertical con escaleras mecánicas que facilite el acceso a pie desde la ronda de Dalt a la montaña de Collserola. Con el nuevo edificio VHIR y el plan de ordenación en el que se enmarca, la arquitectura y el urbanismo inician el proceso de ponerse a la altura del prestigio con el que cuenta el campus universitario hospitalario y de investigación de Vall d’Hebron a nivel europeo.
Todas las fotos © BAAS + Espinet Ubach