Se han convertido en un elemento imprescindible para la movilidad en el espacio público de muchas ciudades. Algunos arquitectos, además de solucionar el acceso a un plano superior, los resignifican con su diseño.
por Marta Rodríguez Bosch
Forman parte de nuevos proyectos de urbanización con espacios de conexión entre áreas que de otro modo quedarían aisladas por el desnivel, en topografías escarpadas. Los actuales ascensores a cielo abierto generan nuevos flujos de circulación en el espacio público, y con su particular diseño resignifican lugares. Pueden actúar como revitalizadores de centros históricos, incluir la función de mirador y en algunos casos aspirar a pieza icónica que reclama todas las miradas. En sí mismos, por su proyección en vertical y su porte de torre, devienen hitos que anuncian nuevas conexiones para los habitantes y visitantes del lugar.
Ascensor y pasarelas en el casco antiguo de Zumaia, País Vasco, proyectado por Vaumm Arquitectos. Foto © Vaumm
El proyecto de ascensor urbano de Zumaia, en el País Vasco, propone así mismo generar algunos espacios públicos con entidad. Se encuentra en el barrio de San José, junto al casco histórico, donde predominan las calles estrechas y notorios desniveles. En su arranque va encastado en el núcleo de una torre existente de un edificio de viviendas y conecta hasta cinco niveles distintos. Es un proyecto realizado por el despacho de arquitectura Vaumm, que resalta el aprovechamiento de los nuevos flujos de circulación para reconfigurar el espacio público en torno a ellos. Desde el ascensor se han proyectado dos pasarelas. La superior con 28 m de largo se convierte en puente para acceder al entorno de la residencia de San Juan para gente mayor. Alrededor de una segunda pasarela inferior más corta se ha generado una plaza como pequeño pulmón del barrio. Los autores han puesto el énfasis en cuidar la implantación geométrica para minimizar el impacto de la actuación. Los ascensores se destacan como un elemento urbano más y como solución contemporánea a un barrio popular con accesibilidad rota en muchos puntos.
Conjunto de ascensores en el barrio de Can Peguera, Barcelona, diseñados por el estudio de arquitectura Anna & Eugeni Bach. Foto © E. Bach
Un conjunto de tres ascensores en Can Peguera, Barcelona, salvan la secuencia de desniveles de este barrio construido en 1929, coincidiendo con la Exposición Universal, actualmente testimonio único de una tipología que se denominó “Casas baratas” para trabajadores. Diseñados por el despacho de arquitectura de Anna & Eugeni Bach, forman parte del proyecto de la “Franja de equipamientos” y conexiones en la zona superior del barrio en contacto con el parque del Turó de la Peira, un bosque urbano de casi 8 hectáreas con frondoso pinar. Los tres elevadores quedan unificados por los materiales y fisonomía de la caja, construida con ladrillo visto y grandes ventanales, rematada por visera y media luna de metal pintado en verde. Su diseño aporta una cierta imagen de domesticidad, que enlaza con el carácter de las 600 viviendas que componen el barrio, la mayoría de una sola planta, con pequeños jardines delanteros y cubiertas inclinadas con teja árabe. Aunque, a la vez, les infunde un carácter distintivo y los subraya como puntos de conexión vertical. Junto a ellos, rampas y escaleras configuran un nuevo paseo con el que los arquitectos persiguen coser longitudinalmente el barrio en su zona de equipamientos públicos.
Ascensor en la Muralla de Lugo es un proyecto de Antonio Pernas Varela Arquitectos. Foto © Antonio Vázquez
En algunos casos, el desarrollo del ascensor busca potenciar el acercamiento a lugares históricos. Como el de la Muralla de Lugo, de Antonio Pernas Varela Arquitectos. Su objetivo es acceder al adarve (camino situado detrás de las almenas) de la Muralla Romana, mejorando la accesibilidad al monumento. Con la voluntad de reducir su presencia, se escogió el tramo de muralla más bajo donde, además, se alza un arbolado de gran porte. El revestimiento de la caja con madera de iroko lo vincula al entorno. Y con el paso del tiempo, expuesta a la intemperie, sus autores prevén una evolución hacia el gris que se acompasará con el tono de las piedras de la muralla. Construida con lamas horizontales, la celosía le resta peso, deja entrever el exterior y suaviza la verticalidad.
Ascensor en Gironella, Cataluña, de Carles Enrich Studio. Salva 20 m entre el rio y el centro histórico. Foto © Adrià Goula
El ascensor en Gironella, Cataluña, de Carles Enrich Studio es un proyecto remarcable pues emerge casi como una torre extemporánea y evoca tanto el pasado industrial de la zona como el medieval. Resuelve el desnivel de 20 metros entre el paseo junto al rio Llobregat y el centro histórico de la población en lo alto de un peñasco. Con el ascensor se crea un nuevo acceso y quiere ser, además, una manera de revitalizar la circulación y el paseo por un casco antiguo que se ha ido despoblando. Según su autor, el ascensor se integra en la memoria histórica del lugar como una capa más del paisaje. Y su ubicación se encuentra en un punto estratégico del camino de Cal Metre, por donde antiguamente se accedía a las colonias textiles, que tuvieron un gran peso en la población. La caja del ascensor en su tramo inferior es de vidrio para mantener una relación visual con el rio. Mientras el resto se ha construido con ladrillo de canto, formando una celosía.
Ascensor Halo, construido en Vigo como pieza icónica para la ciudad, de AM2 arquitectos con Arenas y Asociados y Noarq. Foto © AM2
Si en todos los casos anteriores el eje vertical articula el proyecto del ascensor, acompañado en ocasiones de un trazo horizontal que actúa como puente, el ascensor de Vigo traza un círculo y adquiere gran protagonismo y visibilidad. Bautizado como Halo, funciona además como poderosa linterna de luz de noche. La construcción realizada por AM2 con Arenas y Asociados y Noarq, consiste en una torre de unos 45 m de alto, con dos ascensores, y un gran anillo de 90 m de diámetro como pasarela mirador con vistas a la ría. Facilita el acceso a la nueva estación intermodal de tren y autobuses y a un centro comercial, conectando peatonalmente un gran desnivel.